¿Cómo han vivido nuestros mayores el confinamiento?

Muchos son los que se preguntan cómo han vivido nuestros mayores el confinamiento. Qué actividades han llevado a cabo nuestros mayores durante los días de confinamiento. El reto al que se han enfrentado todos los profesionales de los Centros ha sido, sin duda, enorme. ¿Cómo se puede mantener la normalidad en una situación tan excepcional? A pesar de no ser tarea fácil, todos nuestros Centros de mayores han estado marcados por un único objetivo: mantener la normalidad. Por razones obvias, el reto parecía imposible pero, con esfuerzo y dedicación, hemos intentado que no lo fuera. La continuidad con la mayoría de actividades que, cada día, nuestros mayores realizan, ha sido lo que a muchos no les ha hecho pensar más allá de la situación que existía en el exterior. Talleres de memoria, actividades culturales y artísticas son algunas de ellas. En aras de fomentar el equilibrio emocional de nuestros mayores en los Centros, muchos fueron motivados, por ejemplo, en la elaboración de pancartas que, después, podrían colgar en las fachadas y ventanas. De esta forma, han conseguido comunicarse con el exterior y convencer a sus vecinos, en muchos casos preocupados, de que, a pesar de las malas noticias que nos rodeaban, todo iba a salir bien.

  Han sido también los vecinos los que, en muchas ocasiones, han decorado sus ventanas para mandar palabras de ánimo a todos los profesionales y los mayores de las Residencias. Tanto ha sido el apoyo, que todos los días a las 20:00 los vecinos del barrio Oliver bailaban con nuestros mayores desde sus ventanas.

¿Cómo han vivido nuestros mayores el confinamiento?

Pero no solo eso. También los hemos visto cantar e incluso bailar al ritmo de canciones como “Resistiré”, que se ha convertido en el himno de nuestros Centros. Ver cómo mantenían la sonrisa mientras saludaban a la cámara ha sido, en muchas ocasiones, la vía por la que las familias podían ver cómo se encontraban sus mayores. Pero no la única, ya que las vídeo-llamadas también se convirtieron en un punto clave en la comunicación con las familias. Poder hablar con ellos durante unos minutos ya era motivo de celebración y, de alguna manera, cubría las visitas que muchos recibían casi a diario.

Otras iniciativas también involucraban a los más jóvenes con todos nuestros mayores. Desde colegios, asociaciones y particulares, hemos recibido numerosas cartas y dibujos a las que nuestros mayores han ido contestando. Desde la Fundación siempre hemos impulsado la realización de actividades intergeneracionales y, a pesar de las complicaciones, no hemos querido dejar de hacerlo. Mayores y pequeños han aprendido los unos de los otros. Juntos, a través del intercambio de sentimientos, han comprendido la importancia de quedarse en casa, aspecto que, para ninguno de los colectivos ha sido fácil. Las palabras de ánimo y apoyo suponen un gran impulso en su día a día. Diferentes iniciativas dirigidas a mantener la normalidad en nuestros Centros y que no habrían sido posible sin el trabajo de más de 400 profesionales que trabajan en el área de mayores de la Fundación. Gracias a ellos han podido seguir realizando sus actividades diarias, comunicarse con sus familiares, mantener su equilibrio emocional y, además, tener un apoyo que, de alguna manera, paliaba la ausencia de sus familiares. Gracias a ellos, el cómo han vivido nuestros mayores el confinamiento ha sido, sin duda, mucho mejor.

Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir es GRACIAS por estar al cuidado de nuestros mayores.