Como cada año cuando se acerca el mes de mayo, nuestros jóvenes de la Fundación se preparan para las Olimpiadas Ozanam, que este año cumplían su XII edición. La competición, que se celebró en modalidad online, contó con más de 90 participantes. Todos ellos, usuarios de los diferentes programas de la Fundación.
Como en cada edición, los profesores, educadores y monitores que trabajan en los proyectos de la Fundación, buscan la forma con la que, un año más, sorprender a los jóvenes. Sin embargo, nunca antes se habían visto en la necesidad de reinventar un evento deportivo desde sus casas.
Para evitar su cancelación y ofrecer a los jóvenes la continuidad del calendario académico, finalmente, encontraron la forma en la que poder llevar a cabo las Olimpiadas. Lo consiguieron mediante un gran esfuerzo por parte de todos ellos que culminó con una gran acogida por todos los jóvenes y una participación récord.
Como en cualquier otra competición, existían normas y equipos, aunque todos ellos marcados por un único objetivo: participar. El equipo que más participación hubiera tenido, sería el ganador de esta décimo segunda edición, por lo que la motivación de todos los integrantes debía ser muy alta.
Los equipos estaban formados por los participantes de diferentes proyectos dentro de la Fundación. De esta forma, el trabajo conjunto favorecería después el compañerismo en las aulas. Estos estaban formados por los alumnos de los Programas de Cualificación Inicial de Confección, Agricultura, Fontanería y Carpintería. También por los integrantes de la Escuela Taller, formado por monitores y agricultores, así como por los menores extranjeros no acompañados que residen en Casa Saim, centro gestionado por la Fundación. Además, se unían a la competición los educadores y profesores de los distintos proyectos Caixa ProInfancia, los trabajadores sociales del equipo de psicosocial y aquellos que desempeñan su labor en la Granja-Escuela Cai Torrevirreina.
Olimpiadas Ozanam en Youtube e Instagram
El viernes 15 de mayo comenzaron los entrenamientos, que se extendieron durante todo el fin de semana. Un reto no solo para los participantes, sino también para los profesores. Estos, debían encontrar la manera de hacer llegar a todos los jóvenes participantes los retos que les proponían. Para ello, lanzaron vídeos a través de plataformas digitales como YouTube o Instagram, donde los jóvenes podrían seguir las indicaciones de los profesores y comenzar los entrenamientos. Dos plataformas que muchos de ellos utilizan a diario y que también funcionan a lo largo del año para motivar y compartir los logros que, día tras día, alcanzan en las aulas. El lunes, como marca la tradición, tuvo lugar la ceremonia de inauguración. Donde incluso, mediante relevos y tiro con arco, encendieron la popular antorcha que marca el inicio de las Olimpiadas. Los participantes se enfrentaban a una semana en la que el deporte iba a ser el protagonista de todos los retos. El funcionamiento era sencillo. Una vez que los jóvenes hubieran recibido las pruebas del día a través de las plataformas anteriormente mencionadas, debían grabarse mientras realizaban las pruebas. De esta forma, sus profesores harían un recuento del número de los participantes en cada equipo. Quien sumara un mayor número de personas, sería el ganador. Los siguientes días estuvieron llenos de diferentes actividades deportivas. Todas ellas, pensadas para poder realizarlas desde casa y con medios al alcance de todos los jóvenes. El primer día de Olimpiadas estuvo dedicado al atletismo, con pruebas como lanzamiento de zapatilla, salto de vallas o carrera de relevos. El segundo día trabajaron la habilidad, puntería y equilibrio y, el tercero, la fuerza. El cuarto día fue, sin duda, uno de los más esperados, ya que estuvo dedicado al baile. Los estilos que practicaron fueron muy diferentes. Comenzaron con un poco de zumba para seguir disfrutando de la rumba y acabar con la fusión y el bowka. Sin duda, un fin de Olimpiadas por todo lo alto y que hizo que muchos quisieran continuar con la realización de ejercicios. Ahora solo nos queda esperar que, el año que viene y con la esperada vuelta a la normalidad, los jóvenes puedan compartir esta semana todos juntos y como marca la tradición: en la Granja-Escuela CAI Ozanam Torrevirreina.