Fundación Ibercaja y CAI renuevan su colaboración con Ozanam
Fundación Ibercaja y Fundación CAI han renovado el convenio de colaboración que mantienen con la Fundación Federico Ozanam para impulsar los programas sociales que desarrolla en la Granja Escuela CAI Torrevirreina, ubicada en el barrio zaragozano de Movera. Con este motivo, José Luis Rodrigo Escrig, director general de la Fundación Ibercaja; Juan Álvarez, presidente de la Fundación Caja Inmaculada, y Fernando Galdámez, presidente de la Fundación Federico Ozanam, firmaron el jueves 12 de noviembre el acuerdo. La Granja Escuela CAI Torrevirreina es una finca de 36.000 m2, de los que 3.500 m2 se dedican a residencia, talleres, almacenes y zona deportiva. El resto de la superficie es tierra cultivable que se utiliza como huerto social y como espacio de granja escuela y tiempo libre. Desde octubre de 2008, la Fundación Federico Ozanam gestiona el centro, propiedad de Fundación Caja Inmaculada.
Proyectos Granja Escuela Torrevirreina
Actualmente, en sus instalaciones se desarrollan diferentes actividades que se agrupan en torno a cuatro proyectos:
- Centro de Formación, dirigido a la cualificación profesional de personas con dificultades de inserción laboral
- Residencia para jóvenes inmigrantes
- Granja Escuela, donde se realizan actividades formativas, medioambientales y colonias infantiles de ocio y tiempo libre
- Empresa de inserción, Inserta.
El “Centro de Formación” ofrece Programas de Cualificación Inicial (PCI) en carpintería y agricultura, Escuela-Taller con jardinería y dinamización medioambiental, así como cursos para inmigrantes y talleres multiprofesionales para jóvenes alejados de los circuitos formativos. En 2020, impartirá cerca de 4.500 horas de formación a 130 jóvenes. La residencia aloja desde finales de 2018 a jóvenes inmigrantes procedentes del sistema de protección de menores, programa que se lleva a cabo con el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS). Durante este periodo ha acogido a 36 jóvenes. Con los jóvenes residentes se desarrolla un completo itinerario de inserción socio-laboral, que les permita el integrarse de forma normalizada en la sociedad, una vez que abandonan la residencia.
Covid-19
Este año, la COVID ha marcado las posibilidades de desarrollar actividades en el ámbito del tiempo libre. Pese a ello, al finalizar el primer periodo de alarma, fue posible la realización de unas colonias urbanas entre junio y julio. En ellas que participaron 165 escolares. Así, permiten a los escolares realizar labores de huerto, de granja y medioambientales, con paseos por la finca que les da la oportunidad de entrar en contacto con la naturaleza y familiarizarse con el mundo rural y algunos de sus animales más típicos (gallinas, ovejas, ponis, etc.). Por último, el huerto social, de unas 2,5 hectáreas, además de servir como recurso de formación, produjo más de 15 toneladas de verduras y hortalizas, que se destinaron al Banco de Alimentos de Zaragoza. La instalación alberga también dos secciones de la Empresa de inserción, Inserta, carpintería de madera y de aluminio, que generan 6 puestos de trabajo.