El proceso de emancipación se define como un proceso facilitador de la autonomía del joven, a través del seguimiento profesional e individualizado y la cesión de medios que permitan de forma progresiva la desinstitucionalización del joven y su integración completa en la sociedad de forma autónoma.
A través de este proyecto, los jóvenes completan su proceso de transición hacia la vida independiente mediante un acompañamiento y soporte continuado, en el transcurso del cual, desarrollan capacidades personales como la convivencia, la asunción de una vida independiente de las instituciones y la incorporación progresiva a los circuitos sociales normalizados, además de desarrollar también hábitos y habilidades necesarias para vivir en un medio normalizado y desenvolverse por sí mismo en la sociedad, hasta alcanzar el nivel de autonomía suficiente.
El objetivo general es poder garantizar que los niños, niñas y jóvenes migrantes en situación de protección obtengan su documentación para poder regularizar su situación a través de la obtención del permiso de residencia y, a través de ella, facilitar su integración plena en la sociedad.